- Existe una sobre discusión en el tema de las encuestas.
- La esperanza de la oposición en el voto oculto y de castigo.
- ¿Por quién cree que va a votar su vecino?.
- Evidente nerviosismo presidencial.
Alfredo Ramírez Osuna.
Previo a la jornada electoral del 2 de junio, se intensifico la difusión de encuestas en medios de comunicación y redes sociales; así como el acoso telefónico a los ciudadanos con el fin de conocer o inducir preferencias electorales.
Ha sido este proceso electoral donde de manera más intensa se ha presentado este fenómeno: la sobre discusión sobre las encuestas y el acoso, a grado tal que podemos afirmar han generado hartazgo.
Existen grados de variación muy grandes sobre los resultados de las encuestas que generan sospechas: MetricsMX otorga 37 puntos de ventaja a la puntera sobre quien va en segundo lugar; algunas son más moderadas, GEA-ISA otorgó recientemente un 17 por ciento.
La media es del 20 por ciento.
“O están mintiendo severamente o son muy incompetentes”, declaró el ex presidente del INE, Luis Carlos Ugalde, en entrevista con José Cárdenas en Radio Fórmula, el pasado 13 de mayo.
El también director de Integralia Consultores considera que las encuestas están sobreestimando a Claudia Sheinbaum y subestimando a Xóchitl Gálvez.
En la discusión pública se da como un hecho y no consideran lo que está ocurriendo entre el sentir de la población en su día a día.
Las encuestas como instrumento de medición e investigación de mercados; sirven, sobretodo en el ámbito empresarial y político para diseñar estrategias; pero, también, para influir en la opinión pública, particularmente en procesos electorales; estas últimas son las que se difunden.
El quehacer de muchas empresas encuestadoras se ha prostituido; sobre todo a partir del caso donde el partido Morena llevó a cabo la selección de sus aspirantes presidenciales mediante el sistema de encuestas, entregando a las empresas contratadas las muestras y el listado de lugares donde querían que se aplicaran.
Esto, como bien se sabe, generó inconformidades entre los propios grupos que convergen y conviven al interior del partido.
Lo mismo hizo en el caso de las nueve gubernaturas en juego.
Se desconoce que realmente hayan sido aplicadas en el caso de aspirantes a diputaciones federales, locales y alcaldías.
HARTAZGO.- De nuevo, en el ámbito nacional, la sobre discusión de las encuestas presupone la imposición de una narrativa triunfalista de parte del oficialismo para inducir incluso que algunos electores decidan no participar, desalentar el voto y movilizar a sus clientelas.
No podemos dar por sentado este triunfalismo; sin atenernos a los siguientes considerandos:
En buena parte de la población existe un hartazgo por el acoso telefónico de parte de encuestadoras, algunas que ni siquiera se identifican, donde por medio de llamadas de robots marcan varias veces al día a la persona preguntando sus preferencias; muchos en automático cuelgan o simplemente bloquean el numero desde el que se contacta.
A esto hay sumar el intenso barrido humano que estuvieron realizando grupos vestidos con los chalecos de Morena – aunque también los denominados ‘Siervos de la Nación’ – levantando sondeos e induciendo el miedo. “¿sabe que si vota por … puede perder los programas sociales?”.
Llama bastante la atención qué, en los últimas tres semanas, los encuestadores abordaran a los ciudadanos con una nueva estrategia; ya no solamente preguntan sí ya decidieron por qué partido o candidato votarán si fueran hoy las elecciones; sino que han añadido un nuevo componente preguntando: ¿Sabe, usted por quien va a votar su vecino?.
Algo que no se preguntaba en anteriores procesos.
El mexicano ya aprendió a desconfiar o mentir; máxime cuando existe una enorme presión sobre la sociedad, desde los chalecos guindas hasta el bombardeo polarizante en La Mañanera, donde el Ejecutivo Federal lo mismo se pelea con una ciudad como la CDMX acusándola de aburguesada, que contra periodistas, intelectuales, madres de desaparecidos, etcétera.
MONEDA EN EL AIRE.- Es por ello que The Washington Post editorializó que en México puede haber sorpresas con el llamado voto oculto; algo que reitera el intelectual Federico Reyes Heroles.
En su participación del día 22 de mayo en Radio Fórmula, el ex diplomático y articulista Reyes Heroles expresa que si bien las encuestas son un mecanismo de aproximación sus resultados dependen enormemente del ambiente que predomina en la sociedad.
La gente se ha contenido y habrá de verse como su enojo se va a canalizar.
De las 66 encuestas levantadas entre 1999 y 2000, solamente trece daban el triunfo a Vicente Fox, porque, comenta, estaba mal visto decir que votaría por la oposición.
En el 2006, abunda, las encuestas salieron acertadas al señalar que la elección venía bien cerrada, sin un pronóstico claro.
“En el 2012, las encuestas sobreestimaron a Enrique Peña Nieto pero ganó. En el 2015 no hubo sorpresas; mientras que en las del 2018 coincidía en que iba a ganar AMLO y ganó.”
Fue a partir del 2021 cuando empiezan a moverse escenarios y a presentarse problemas serios ya que ninguna encuestadora predijo que el oficialismo fuera a perder la mitad de la Ciudad de México.
Federico Reyes Heroles expresa que el estudio denominado “La Espiral del Silencio” arroja que el 45.5 por ciento dice que va a ganar Claudia Sheinbaum, sin embargo hay un 44 por ciento que dice no tener definida su preferencia; por lo que bien puede decirse que “la moneda está en el aire y depende de la participación ciudadana, si esta rebasa el 63 por ciento existe enorme riesgo” (para el oficialismo).
En los últimos procesos los votos a favor de Morena no han crecido, han disminuido.
La posibilidad del voto oculto es real; sin embargo falta ver la tasa de participación; la capacidad de movilizar las clientelas electorales y el rol de las fuerzas oscuras o delincuenciales.
NERVIOSISMO.- Párrafos arriba comentamos que hay encuestas que se realizan con fines estratégicos y son reservadas para la toma de decisiones.
Por ello, llama bastante la atención que en las últimas tres semanas haya cambiado la narrativa presidencial, narrativa a la que en estos días se ha sumo Claudia Sheinbaum.
¿Algo están viendo, que el resto, no?.
El Presidente López Obrador puede ser víctima de su propia trampa.
Su enfermizo afán de control lo ha llevado a controlar ambas cámaras legislativas; pero se ha estrellado por controlar la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y ha debilitado al INE imponiendo a una presidenta afín; mantenido casi inoperante el INAI e incompleto el Trife.
Cuenta, cuando menos en la narrativa mediática, con una candidata a la que se le estuvo dando un porcentaje abrumador en las encuestas; sin cuestionar sus metodologías.
Por ello, debería de ser el principal preocupado porque haya una elección transparente, sin cuestionamientos; empero hay una contradicción con su estado de ánimo; a grado de paranoia.
Esto hace suponer que “cuenta con otros datos”, encuestas confiables que le muestran la realidad.
Simple especulación.
Desde hace tres semanas se ha jugado con la idea de un golpe de estado técnico o genérico como le llamó después; posteriormente con la idea del fraude.
¿Cómo hacer un fraude, cuando tiene el control de la propia Guardia Nacional, encargada de la vigilancia y el traslado de los paquetes electorales?.
Esta narrativa es peligrosa porque está pavimentando el escenario para un conflicto post electoral, de los que tanto gustan a López Obrador.
La apuesta de la oposición encabezada por Xóchitl Gálvez, a partir del último debate, fye el llamado a los millones de personas lastimadas por el régimen lopezobradorista como son los familiares de las personas víctimas de la violencia y de muertos por Covid, madres buscadoras, mujeres afectadas por la eliminación de guarderías infantiles, extorsionados, trabajadores de la salud, periodistas, científicos e intelectuales y un largo, largo etcétera.
Esa es la esperanza: apelar al castigo y el hartazgo.
¿En cuánto a las empresas encuestadoras?.
Más allá de su prestigio, experiencias y metodologías su supervivencia y confianza estará en juego.
A partir de esta misma noche los mexicanos sabremos quién mintió o quien sesgó.
En tanto que los ciudadanos debemos de estar al pendiente de la defensa de las instituciones.
Alfredo Ramírez Osuna.