JOSE UREÑA (24 HORAS)
Por donde se vea, Movimiento Ciudadano (MC) es el gran perdedor.
Tiene dos gubernaturas, pero no ganó siquiera una diputación de mayoría.
Ni en Jalisco ni en Nuevo León, donde es gobierno estatal.
Pero hay un dato: Enrique Alfaro se aplicó para retener la gubernatura y lo logró a través de Pablo Lemus, un impuesto desde el centro por el veracruzano Dante Delgado.
Tal vez tenga bancadas robustas en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República gracias a la generosidad de los órganos electorales.
Pero por sí no tendrá representantes de mayoría y hasta sus principales cuadros están en riesgo de perder posiciones y de esa manera quedarse sin proyecto para el futuro.
Ni Dante Delgado tiene asegurada la votación para auparlo al Senado de la República ni su principal rostro, Luis Donaldo Colosio Riojas, tiene asegurado un escaño.
Un desastre.
ADIÓS FOSFO-FOSFO
Pero el drama de MC es mayor si se analizan otros datos.
Ni Mariana Rodríguez, esposa del gobernador neoleonés Samuel García, tuvo el consenso de los regiomontanos para ser presidenta municipal de Monterrey, capital de Nuevo León.
Es el fracaso del movimiento fosfo-fosfo, lanzado por ese matrimonio y asumido por el sucesor Jorge Álvarez cuando desde Palacio Nacional pidieron relevar al candidato de los tenis naranja.
En su plan llevan la derrota.
Samuel García, Jorge Álvarez, Mariana Rodríguez y algunos adláteres soñaban con arrebatar el control de MC a Dante Delgado, lo cual ahora se ve imposible,
No incluimos a Enrique Alfaro, porque él se opuso a la imposición de Pablo Lemuspor Dante Delgado y a pesar de todo lo apoyó hasta la victoria muy a pesar de los berrinches de Morena.
Pero hoy, sin senadores ni diputados de mayoría -no se diga gobernadores pues no estuvieron esos cargos en liza-, Movimiento Ciudadano está menguado.
Todo por negarse a formar un gran frente opositor con posibilidades de contienda.
