EDITORIAL Propinas a chaleco.

La propina es una gratificación pequeña, una cantidad de dinero que se da voluntariamente para agradecer un servicio bien brindado.

La propina es un reconocimiento por la atención recibida, una especie de recompensa, de agradecimiento.

Insistimos: Es voluntaria.

Si embargo, en Mazatlán empiezan a proliferar una serie de restaurantes a los que les ha dado por imponértela. Cobrártela a chaleco en la cuenta.

Hay restaurantes – no sabemos si con la complicidad, la vista gorda, instrucción o complacencia- de Canirac, al momento de pedir la cuenta en el recibo viene incluido el 10 por ciento de “Propina”, así vayas a pagar  en efectivo o con tarjeta.

Hay otros restaurantes -¿Mas decentes?- que al pagar con tarjeta y llevarte la llamada terminal te preguntan: ¿Desea incluir la propina?.

En el primer caso, está el restaurante Belisario, ubicado en Belisario Domínguez y Sixto Osuna.

Llegas, consumes, pides la cuenta y en la misma viene el monto del consumo Más el 10 por ciento de propina.

No te dan la libertad de valorar y juzgar, a tu propia voluntad, si es que merecen esa gratificación.

Es a chaleco.

¡Aprovechen que Mazatlán está de moda!.

Aprovechen antes de que los locales se den cuenta y los rechacen; pero… sobretodo, que los visitantes y turistas, además de percatarse de las pestilencias que corren por las calles, producto de mal drenaje, la basura y baches; se sientan timados por algunos restauranteros que imponen un simple y sencillo: Latrocinio.

#CANIRAC

#PROPINAS

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