El baile folclórico, una tradición generacional en varios países.

  • La fundadora de Inspiraciones de Danza Mexicana comparte la importancia de compartir la cultura a los más jóvenes.
  • “Tuve el privilegio de hacer giras con Juan Gabriel, con Vicente Fernández, Alejandro Fernández, Rocío Dúrcal y yo no sabía quiénes eran estas personas cuando era más joven, hasta que ya tenía la edad para entender quiénes eran”, contó Hinojosa

Susana Hinojosa nació en Estados Unidos y pese a que durante su niñez nunca conoció México, en su sangre llevaba la pasión por su cultura. Ahora Hinojosa se enorgullece en decir que no solamente aprendió los bailes folclóricos de diferentes regiones de México pero también se convirtió en una bailarina  profesional y posteriormente instructora de baile.

Hinojosa es la directora y fundadora de Inspiraciones de Danza Mexicana (IDDM) localizada en la ciudad de Montebello, un grupo de bailes folclóricos con más de 16 años de existencia.

La directora contó que creció con su abuela. En casa albergaban a niños sin padres y estos posteriormente se convirtieron en un grupo de mariachi. Ella fue testigo de la pasión que estos jóvenes músicos ponían en cada una de sus notas y a la edad de 5 años ya estaba bailando al ritmo de la música mexicana.

Como adolescente continuó haciéndolo de forma profesional en presentaciones con grandes estrellas por Estados Unidos.

“Tuve el privilegio de hacer giras con Juan Gabriel, con Vicente Fernández, Alejandro Fernández, Rocío Dúrcal y yo no sabía quiénes eran estas personas cuando era más joven, hasta que ya tenía la edad para entender quiénes eran”, contó Hinojosa. “Sin saberlo, estaba rodeada de los grandes artistas de México como Lola Beltrán y Fernando Allende”.

En 1981 por fin tuvo la oportunidad de conocer México ya que con su grupo tuvo la oportunidad de bailar para el presidente de México José López Portillo.

“Éramos uno de los grupos folclóricos que fueron invitados a una de las charreadas por allí”, relató.

Todas sus experiencias y gratos momentos la motivaron a querer seguir compartiendo la cultura y la música con las generaciones más jóvenes de Estados Unidos.

Cuando comenzó a dar clases de baile folclórico en un estudio de flamenco en la ciudad de Alhambra, algunos dudaban que Hinojosa lograra enseñar el baile a niños de 2 y 3 años. Otros dudaban que ella como mexicano americana tuviera la capacidad de entender la herencia mexicana.

“Pero yo sabía que los niños son esponjas y absorben todo. Aprendieron rápido y mediante la diversión y mi táctica, de ponerle las faldas a las niñas y usando los machetes les ayudó en sus habilidades motoras”, contó Hinojosa.

Así confirmó que los niños al utilizar sus cuerpos completos no solo mejoraron su baile pero también comenzaban a entender la cultura de las diferentes regiones de México.

Contó que la enseñanza no solamente es en la parte cultural sino también en la disciplina, responsabilidad y el orden que deben de tener en su persona.

“Me enorgullece decir que muchos de los jóvenes que se han graduado de la universidad en el extranjero, como en Inglaterra o en México han sostenido estas habilidades para la vida para seguir adelante”, recalcó.

Compartiendo el folclor

Mercedes Gómez, de 17 años, dijo que cuando era niña vieron al grupo folclórico IDDM hacer su presentación en una feria. Su madre tomó la iniciativa de inscribirla y a Gómez le encantó.

Dijo que lo que más le gusta es que mediante el baile puede expresarse y sin importar por lo que están pasando los jóvenes bailarines, con el baile se llenan de energía.

Adicionalmente, la joven quien es nacida en Los Ángeles de padres mexicanos, dijo que agradece que mediante el baile haya aprendido más acerca de sus raíces.

“Tenemos diferentes vestimentas que representan diferentes partes de México como los estados de Jalisco, Sinaloa y con cada baile también son diferentes pasos y diferentes historias”, dijo Gómez.

La joven dijo que pese a que la audiencia en general disfruta de los bailes folclóricos en ferias y eventos especiales, son los bailarines quienes entienden completamente lo que significa este arte.

La joven no ha pensado en el folclórico como una carrera profesional pero sí continuará haciéndolo en su tiempo libre porque para ella es una forma de expresarse. Incluso animó a otros jóvenes que quieran conocer más de sus raíces que tomen la iniciativa y busquen grupos en su comunidad.

“Definitivamente el folclórico puede enseñarte mucho sobre tu herencia, tu cultura, tradiciones y, lo más importante, aprendes muchas habilidades para la vida. Creces tanto como persona como sé que yo lo he hecho”, dijo la joven.

Hinojosa dijo que el grupo ha participado en muchos eventos comunitarios y en grandes recintos como Disneyland, Knott’s Berry Farm, las ferias del condado de Los Ángeles y de Orange.

Pese a que estos eventos no son pagados, los jóvenes reciben atención del público quien eventualmente los contrata para otros eventos relacionados, y algunos ya pagados, como festivales, bodas y fiestas de 15 años.

“Recientemente, uno de los grupos más avanzados fue a la gira de 22 años de Aida Cuevas aquí en California y fue muy emocionante para ellos”, dijo Hinojosa.

En la misma familia de Hinojosa la tradición se sigue compartiendo entre generaciones. Su hija Jessica Loza también es bailarina profesional e instructora. La joven comenzó a bailar también a la edad de 5 años.

“Muchos de los que tienen más experiencia han estado conmigo, desde que tenían 5,6,7 años y otros que ahora tienen 18, 19 y hasta cerca de los 30 años”.

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