Hablar de café es hablar de Café El Marino.
- A sus 73 años han sabido sobrevivir crisis hasta posicionarse a nivel internacional.
Redacción.
Hablar de café en Mazatlán es hablar de Café El Marino.
De un cucurucho en un mercado municipal o en las calles a ser una empresa emblemática y exportar sus productos a una veintena de países.
Sin embargo su desarrollo no fue fácil, ha sido producto del esfuerzo y la mística del trabajo de la familia Lizárraga Mercado, iniciada por don Ricardo (Q.E.P.D.).
Las crisis fortalecen por que te obligan a innovar, redoblar esfuerzos, meterle imaginación y actuar decididamente.
Su director general, Javier Lizárraga Mercado nos comenta de dos situaciones especiales: la devaluación que se dio en nuestro país, en la transición de Carlos Salinas de Gortari a Ernesto Zedillo.
“Todo lo debíamos en dólares y ahí tuvimos un punto de inflexión, fue un golpe que nos acostó pero nos volvimos a levantar”.
Otro ha sido la reciente pandemia que fueron años complicados.
“Hay que recordar el Covid, que congeló el mundo; esa es la realidad; las cadenas de suministro se quedaron encantadas a nivel mundial como el caso de los contenedores y eso encareció muchísimo todo; los materiales de empaque, por ejemplo, no estuvieron a tiempo y eso afectó”.
Actualmente, estima, se vive una situación complicada por el tipo de cambio ya que el sesenta por ciento de sus ingresos provienen de las exportaciones por lo que se inflacionaron los costos y el gasto porque no es lo mismo cobrar un dólar a 22 o 24 pesos a como se está cobrando actualmente.
Café El Marino tiene su planta principal de Mazatlán, pero cuenta con otra en Fortín de las Flores, Veracruz; una en Guadalajara que produce productos distintos al Café como son consomés o modificadores de leche; así como una pequeña en Deimark, cercana a San Diego.
Café El Marino es una empresa socialmente responsable que genera alrededor de mil personas.