La belleza de la maqueta del mercado de Tlatelolco del Museo Nacional de Antropología
(Especial de Revista y Portal México Desconocido)
Con más de 60 años, la maqueta del mercado de Tlatelolco sigue fascinando al público que visita el Museo Nacional de Antropología.
Inaugurado en el año de 1964, el Museo Nacional de Antropología ha representado una de las cumbres de la museografía y la museología de México. Desde aquél entonces, millones de visitantes han recorrido las salas de este recinto que da cuenta de la historia tanto de las culturas prehispánicas así como de los pueblos originarios que viven en el país. De los cientos de recursos didácticos que tiene el museo, uno de lo más famosos es la maqueta del mercado de Tlatelolco. La pieza es única por su minuciosa belleza y rigurosidad histórica.

Concepción y creación de la maqueta
La maqueta del mercado de Tlatelolco, al igual que otras piezas similares del museo, fue ideada como un recurso didáctico. Dicha impronta vino directamente de la concepción misma del Museo Nacional de Antropología. El arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, junto a especialistas en museografía y museología, proyectaron que el recinto debía tener elementos que permitieran al público tener un contacto lúdico con la información expuesta. Para ello, era necesario colocar en las salas distintas pinturas murales, maquetas y maniquís que ilustraran de cuerpo presente elementos paleontológicos, antropológicos e históricos.
Es así que con esta idea como eje rector, la responsabilidad de hacer los dioramas del museo recayó en la escultora mexicana Carmen Carrillo de Antúnez. La artista se especializaba en la ceriescultura, es decir, en hacer efigies de cera. Para hacer la maqueta del gran tianguis de Mexico-Tlatelolco que se ubicaría en la Sala Mexica, Carrillo de Antúnez realizó una minuciosa investigación historiográfica y de campo. Recabó detalles de crónicas como la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, del conquistador Bernal Díaz del Castillo. Recorrió México entero visitando cientos de tianguis, en los que capturó escenas de la vida cotidiana. Por si fuera poco, contó con el asesoramiento del arqueólogo e historiador Alfonso Caso.

La maqueta del mercado de Tlatelolco: una pieza magistral
Con una buena cantidad de información recabada, en el año de 1964, Carmen Carillo de Antúnez y su equipo dieron forma a una escena cotidiana del mercado de Tlatelolco. La maqueta resultante de aquella labor tiene 10 metros de frente por 3.5 metros de profundidad. Está conformada por un conjunto de 305 figuras esculpidas en materiales sintéticos, las cuales poseen una altura de 26.5-28 centímetros en promedio. Hay 40 puestos con toda clase de objetos, alimentos y animales.
Cada uno de los personajes tiene características físicas únicas. Y es que en realidad son retratos de personas reales, fotografiadas en distintos tianguis de México para la realización del diorama. Además, las vestimentas que portan cada uno de ellos ilustran el origen, condición civil y estamento social que existían en la sociedad mexica. Por lo tanto hay pochtecas (comerciantes), pipiltin (nobles), macehuales (campesinos y artesanos), guerreros, tamemes (cargadores) y esclavos.
Al ser una representación de tan solo un 1% de las personas que acudían al gran tianguis (ya que se estima que en un día normal, recibía 30 mil almas humanas), también se procuró recrear su organización interna. En la maqueta es reconocible que en cada corredor del mercado se vendían productos específicos: joyas de obsidiana, objetos de cerámica, animales comestibles, alimentos, y así respectivamente.

Importancia y conservación
Sin lugar a dudas, a pesar de no ser una pieza arqueológica como la Piedra del Sol, la maqueta del mercado de Tlatelolco es otro ícono del Museo Nacional de Antropología. Su belleza y precisión histórica hacen verosímil a nuestro presente, la vida y costumbres de una sociedad tan fascinante como lo fue la mexica. En el año 2014, a lo largo de diez semanas, la restauradora Claudia Blas Rojas y su equipo del Laboratorio de Conservación del recinto, limpiaron y renovaron el famoso diorama.