- Ignoran al presidente López Obrador.
- Ya no atacan en estados gobernados por la oposición sino de Morena.
- Pide alcaldesa de Tijuana al Crimen Organizado que “cobren facturas a los que les deben”.
Felipe Aurreola.
En cuatro días, es decir, en menos de una semana, las organizaciones del Crimen Organizado han demostrado la capacidad para poner en jaque varios estados del país, ante la incapacidad del Gobierno Federal – el que le echa la culpa a los estados- para reaccionar.
Deja a un gobierno federal y a un presidente pasmado; sumido en su discurso pontifical: Esperemos que ya no lo hagan!.
El martes desquiciaron Jalisco y Guanajuato; el jueves, Ciudad Juárez y el pasado viernes Baja California.
´Para quienes decían que los desmanes se centraban en estados gobernados por la oposición, ya debe de quedarles claro que los grupos delincuenciales no respetan ni a los gobernados por Morena.
Ya que, recordemos, Zacatecas – donde la primeramente ocurrieron hechos trastocantes- al igual que Baja California son gobernados por Morena; Chihuahua y Guanajuato por el PAN y Jalisco por Movimiento Ciudadano. Y, en todos ellos, las fuerzas federales no han tenido una capacidad de respuesta contundente y el Gobierno Federal reacciona al día siguiente enviando un mayor numero de elementos del Ejército Mexicano y de la militarizada Guardia Nacional.
A manera de corolario, fue el martes cuando, en resumen, el Cártel Jalisco Nueva Generación dio una muestra de su poder al incendiar varios camiones y decenas de tiendas en los estados de Jalisco y Guanajuato, como respuesta a un operativo del Ejército Mexicano y fuerzas federales para capturar a uno de los líderes de la organización criminal.
El presidente López Obrador trató, en vano, de justificar esta reacción criminal como la reacción a la detención de dos capos que se habían reunido en una zona limítrofe entre ambos estados; lo cual fue desmentido en los hechos horas después cuando se supo que habían escapado.
Posteriormente, el pasado día jueves se incendió Ciudad Juárez, Chihuahua, municipio fronterizo con El Paso, Texas, Estados Unidos.
La jornada fue de terror, lo que provocó cierre de tiendas, suspensión de clases, ya que la delincuencia organizada provocó incendios y balaceras que han dejado al menos 11 personas fallecidas, entre ellos una joven que había acudido a un local a solicitar empleo y cuatro trabajadores de un grupo radiofónico que solamente estaban realizando su trabajo.
Medios locales como Telediario y El Diario de Ciudad Juárez, reportaron que los dueños de cadenas Oxxo, Del Río y Superette decidieron cerrar sus puertas para no ser blancos de nuevos ataques.
Todas estas agresiones se presentaron luego de una riña entre las pandillas Los Mexicles y Los Chapos en el penal de Ciudad Juárez, donde tres reos fueron asesinados. Como respuesta, grupos de hombres armados atacaron varios restaurantes y comercios de la ciudad sin importar la presencia de civiles.De acuerdo con las autoridades, miembros de los Mexicles fueron los responsables de incendiar una decena de negocios y gasolineras, además de disparar a quemarropa contra la población.
Estos dos grupos, se dice, son facciones del llamado Cartel de Sinaloa. No se dieron ABRAZOS sino que sacaron a relucir balazos.
En una gasolinera se encontraron 27 casquillos de bala, esto por citar un ejemplo, de la locura desatada.
El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó lo sucedido en su conferencia mañanera. “Esto es algo que no se había presentado y ojalá no se repita, porque se agredió a la población civil, inocente, como una especie de represalia”, indicó.
PERO no le hicieron caso, porque al día siguiente, el pasado viernes, en el estado fronterizo de Baja California, ocurrieron hechos delictivos sincronizados en los municipios de Tijuana, Mexicali y Ensenada, de la entidad gobernada por la morenista María del Pilar Ávila Olmeda
Al menos 28 casos de vehículos y camiones incendiados provocaron la suspensión de clases, el cierre de comercios y la evacuación de personas en salas de cine y bares. Los narcobloqueos generaron un pánico generalizado. Esta ola de violencia derivó en el cierre de comercios y suspensión de clases. La Universidad Autónoma de Baja California emitió un comunicado en redes, en donde pidió a los alumnos de todos los grados a resguardarse en su casa.
Asimismo, comenzaron a circular videos de personas que se quedaron varadas en puntos de la ciudad debido a la suspensión del transporte público. En la mayoría de los incendios, los conductores de los vehículos y los camiones fueron despojados de las unidades por delincuentes armados, quienes cruzaron los automóviles en las principales avenidas para prenderles fuego.
Al parecer, estos narcobloqueos son atribuidos al Cártel Jalisco Nueva Generación, pues en redes sociales comenzó a circular un anuncio de dicho grupo criminal, en el que establecía un aparente toque de queda en el estado.
Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California, compartió un mensaje en su cuenta de Twitter en el que condena los hechos y aseguró que ya hay detenidos por su probable relación con los ataques violentos.
No se sabe si los detuvieron, de ser cierto, para darles abrazos.
Lo patético del caso, es que la presidente municipal de Tijuana, la morenista Montserrat Caballero, quien en un video dijo de manera textual: “…les pedimos que cobren las facturas a quienes les deben, no a las familias, no a los ciudadanos que trabajan, porque también nosotros estamos vigilantes”.
El mensaje lo dirigió, a través de las redes sociales, al “crimen organizado y a quién está detrás de estos delitos”.
La presidenta municipal de la ciudad fronteriza fue la segunda en salir ante la opinión pública, y la única que los hizo en video, a las ocho de la noche, tres horas después de que habían iniciado los ataques, y sin dar más detalles, responsabilizó a los criminales organizados, a los cárteles de traficantes que mantienen pugnas por el control de la venta y trasiego de droga por las rutas de Baja California.
El gobierno de Estados Unidos emitió en el momento de los hechos una Alerta a sus ciudadanos; y a las pocas horas decidió suspender las citas en sus consulados para cualquier tramite de visa.
Ha trascendido que, a raíz de los hechos ocurridos en dos ciudades que comparten fronteras con este país, congresistas empezarán a presionar al gobierno de Joe Biden para que se califiquen estos actos como terrorismo, lo cual de prosperar traería consecuencias funestas para nuestro país.
La incógnita inmediata es ¿Qué habrá de decir en su conferencia Mañanera del lunes 15, Andrés Manuel López Obrador?, y, ¿en qué otro escenario del país habrá de suscitarse el reto a la autoridad federal en detrimento de la población?.
Esperemos si los abrazos le alcanzan al presidente López Obrador hasta el 2024.
