LA SONAJA: RECUPÉRESE PRONTO PRESIDENTE Y APRENDA LA LECCIÓN.

  • Regresará a actividades oficiales hasta el próximo lunes, tiempo suficiente para pensar en modificar la política errática que ha encabezado en el tema de la pandemia.
  • De nada le han valido los santitos, estampitas y los detente.

FELIPE AURREOLA.

Felipeaurreola1@gmail.com

Por segunda ocasión,  desde el inicio de la pandemia en nuestro país, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha resultado infectado por el virus.

Lo que él consideró una simple gripa o mormadez resultó  en un contagio que viene a sumarse a los más de 4 millones ocurridos de manera acumulada en México.

A grado tal que ha sido confinado en sus oficinas y reaparecerá en público hasta el próximo lunes 17 del presente mes de enero.

Ninguna persona en su sano juicio desea que al Presidente le vaya mal por la simple y sencilla razón de que le irá mal al país; es por ello que desde este espacio, al igual que millones de mexicanos, deseamos su pronta recuperación; pero también que esto le sirva de lección y en el tiempo en que dejará de aparecer en sus conferencias Mañaneras y en andar recorriendo los estados le permitan hacer una retrospectiva de lo que ha sido la política pública que ha permitido en el manejo de la Pandemia en México, dejando toda la estrategia a una personalidad que ha demostrado con creces su ineptitud, y nos referimos al doctor Hugo López-Gatell Ramírez.

El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, es una persona con una terrible adicción mediática, sumamente intolerante y con trastornos de personalidad; que lo han llevado a sobreponer la política bajuna por encima de la salud de los mexicanos.

Sus declaraciones rayan en la falta de respeto a la inteligencia.

Ante la ineludible realidad que presenta la saturación de hospitales, laboratorios, farmacias y kioskos por parte de los mexicanos que buscan realizarse una prueba, atrevióse a declarar que toda aquella persona que presente algún síntoma se asuma como contagiado y se aísle para no quitarle la oportunidad, así lo dijo, de que otras personas se realicen la prueba. Menuda incongruencia discursiva.

El día de ayer, el reporte técnico diario de la Secretaria de Salud del Gobierno Federal reportaba que en las últimas 24 horas se había roto el record de contagios diarios al registrarse 33 mil 626 infecciones. El número de decesos fue de 162 defunciones. Estas cifras traen como consecuencia que, al día de ayer a las 18:00 horas del Centro del País, se tuviera un acumulado, desde el primer día de la pandemia, de 4  millones 170 mil 66 casos y de 300 mil 574 defunciones.

Cifras verdaderamente pavorosas. Y eso que apenas empieza; de acuerdo con el especialista en Covid e infectólogo, doctor Alejandro Macías, en quince días se vendrá una fase crítica donde podría llegar a contagiarse la mitad de la población.

En tal virtud, mención aparte merece reiterar que el mismísimo Presidente Andrés Manuel López Obrador debe de reflexionar en modificar la política pública en el manejo pandémico.

Mediante un video el día de ayer, el Ejecutivo Federal, dijo sentirse bien descartando cualquier posibilidad de ser hospitalizado.

Y expresó de manera textual: Voy a seguir trabajando y si hay personas me voy a poner el cubreboca, si no, como lo estoy haciendo ahora. Pero voy a seguir con mis labores y lo más importante es no vencerse. Tenemos la protección del creador y la ciencia, las ganas de vivir para llevar a cabo la transformación de México.

Ósea que ya reconoció la importancia y necesidad de utilizar el cubreboca; cuando, recordemos, en el mes de julio del año 2020 declaró “Me voy a poner un cubrebocas, ¿saben cuándo?, cuando no haya corrupción ya”.

Tres meses antes, busque los videos en youtube o en google, en plena conferencia mañanera de manera inaudita enseñó unas estampitas y escapularios contra el C-19 como una manera de frenar esta virulencia.

De nada sirvieron.

De ese tamaño era el menosprecio a una realidad que ya lo y nos rebasó.

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