La locura terrorista que afecta buena parte del mundo, en esta ocasión deja un saldo de 13 personas en la emblemática ciudad española de Barcelona.
La mañana de jueves (16:50 horas en España), una furgoneta arrolló a una multitud en La Rambla, dejando como saldo trece personas muertas y más de cien personas heridas, en tanto que el conductor se dio a la fuga.
Minutos después el grupo terrorista ISIS (Estado Islámico por sus siglas en ingles) se atribuyó el atentado que está ligado según cuerpos de inteligencia con la explosión de una casa, un día antes, en El Alcanar.
La noticia e imágenes han dado la vuelta al mundo.
Los Mossos confirmaron que se trata de un atentado coordinado. El autor material del atropello masivo se dio a la fuga y sigue en paradero desconocido. La policía catalana ha detenido a dos personas. Una de ellas es Driss Oukabir, que presuntamente alquiló el vehículo. La otra, cuya identidad se ignora, fue detenida en Alcanar (Tarragona), adonde los Mossos sospecha que, junto a otras personas, estaba preparando un artefacto explosivo.
RESUMEN: Diez minutos antes de las cinco de la tarde, una furgoneta Fiat de color blanco irrumpió en el carril central de la turística Rambla de Barcelona, vetado al tráfico. A esa hora, el paseo estaba repleto de peatones, muchos de ellos turistas. El vehículo arrolló a más de un centenar de ciudadanos “a una velocidad importante”, explicó pasadas las 23 horas el jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero. Recorrió un tramo de unos 500 metros con una forma de operar similar a los atentados ocurridos en Berlín, Niza y Estocolmo. La inexistencia de pilonas en el paso de peatones facilitó que la furgoneta pudiera subir a la calzada central del bulevar barcelonés.
La furgoneta se detuvo, finalmente, a la altura del teatro del Liceu. El conductor abandonó el vehículo y se dio a la fuga. Los Mossos le buscan desde entonces. “No tenemos evidencias de que esa persona fuera armada por lo que nos dicen los testigos”, aclaró Trapero ante la avalancha de informaciones contradictorias que circularon a lo largo de la tarde.
El ataque dejó decenas de cuerpos inertes en La Rambla y provocó escenas de pánico. “Caminábamos hacia allí cuando hemos visto cómo una furgoneta blanca empezaba a atropellar a gente. Hemos visto ciclistas saltando por los aires, gente saltando por los aires… Ha sido horrible”, explicaba en una calle adyacente Ellen Vercamm, una turista belga que fue testigo directa del atropello.
El último balance, según la Generalitat, era de 13 muertos y más de 100 heridos. Los heridos fueron repartidos en hospitales de la ciudad. Las autoridades pidieron a la ciudadanía que se quedara en casa, pero muchos decidieron salir para intentar ayudar a los afectados o donar sangre. De hecho, los hospitales tuvieron que informar que ya disponían de suficiente plasma para atender a los heridos. El consejero de Interior, Joaquim Forn, anoche no descartó que la cifra de heridos pueda aumentar. Tampoco la de fallecidos, puesto que muchos de ellos estaban hospitalizados graves.
La incertidumbre y el pánico se apoderaron del centro de la ciudad. Cientos de personas quedaron confinadas, hasta bien entrada la noche, en establecimientos de La Rambla. El cordón de seguridad, para facilitar la atención a las víctimas y el rastreo de los autores, fue ampliándose.
Dos horas después del atropello, los Mossos d’Esquadra confirmaron que se trataba de un atentado y activaron el dispositivo antiterrorista. La policía activó dos dispositivos especiales —Gàbia, o sea Jaula, y Cronos— para localizar al autor del atentado, aunque por ahora sin éxito.