LOS PARTIDOS EN MÉXICO, MAS ALLÁ DE MORENA.

  • Los mantienen en penumbras la popularidad del Presidente López Obrador.

MEXICO.- El crecimiento abrupto de Morena por la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, su fundador dejó a los partidos en una penumbra desde la cual operan en tres caminos: como opositores con esporádicos éxitos, como veletas políticas en alianzas convenientes o como mercenarios para apoyar a la fuerza gobernante.

“En las elecciones que habrá este año en seis estados —Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas— se ve muy claro”, observó José Fernández Santillán, analista político del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

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“Por otro lado, el presidente incide en ellos, los divide, corrompe o compra”.

En días pasados otorgó la embajada de España al ex gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz, a pesar de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en el que siempre ha militado, amenazó con expulsarlo.

A la ex gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, también priista la nombró cónsul en Barcelona por las mismas fechas. Y ella aceptó.

Los partidos de oposición han sido más congruentes en el congreso desde que en elecciones intermedias de 2021 Morena perdió la mayoría calificada y se enfrenta con posturas contrarias para sus proyectos más importantes que necesitan cambios constitucionales.

“Eso ha servido como contención en el Senado y en la Cámara de Diputados poder frenar las arbitrariedades de López Obrador”, agregó Fernández Santillán.

Este año estará en juego para el Ejecutivo sacar adelante dos de sus planes más importantes:  la reforma eléctrica y la reforma de Pemex.

El analista Santillán considera que ambas reformas son ya proyectos inviables porque desde el Senado se le ha dicho que no pasarán. Además, la Reforma que propone AMLO violaría los acuerdos del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) porque el Estado monopolizaría las actividades.

Pero el discurso de algunos opositores es ambiguo y, a ratos, asoman coqueteos.

Por ejemplo, el líder del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, aseguró que hay “puntos de encuentro” para aprobar la iniciativa de reforma eléctrica pero con “matices” en diversos puntos de encuentro. No detalló cuáles.

En tanto, el coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Luis Espinosa, informó “que caminarán juntos” con los otros opositores.

El problema es que no se sabe hacia dónde porque el PRI no se ha definido y el  Partido Acción Nacional (PAN) informó que presentará su propia iniciativa de reforma distante de la nacionalización que pretende Morena.

Para la opinión pública en general, la pregunta básica es si los partidos más allá de Morena podrán resurgir a corto o mediano plazo, si evitarán su desaparición a costa de convertirse en otros satélites del partido gobernante como han hecho para sobrevivir los actuales aliados del Partido del Trabajo (PT) o el Verde Ecologista de México (PVEM).

Por otro lado, no existen líderes destacados en el PRI, el PAN o el PRD. Políticos que la gente identifique y mucho menos con los que simpatice.

En los estados, Morena se encamina a ganar cinco de las seis gubernaturas en los comicios de este 2022 a excepción de Aguascalientes, donde las encuestas favorece al PAN. Esto lo pondriá a gobernar más del 50% del territorio mexicano

Los mercenarios

En las últimas tres décadas, 23 partidos políticos que tenían el registro lo perdieron. El motivo principal fue por no obtener al menos el 3% de la votación válida que requiere el Instituto Nacional Electoral (INE).

En algunos comicios, el PVEM y el PT estuvieron a punto de perderlo por no alcanzar los porcentajes, pero con artilugios legales y apoyo de otros partidos grandes, se salvaron.

Fernández Santillán explica que en 2018, por ejemplo, Morena “prestó” de alguna manera diputados y votos para salvar al PT. “Le convenía que subsistiera”.

Al final quedaron en activo siete fuerzas políticas: PAN, PRI, PRD, Movimiento Ciudadano, PT, PVEM y Morena.

Los últimos tres fueron en alianza desde 2018 y han seguido en bloque desde entonces, excepto cuando los más pequeños ven que no pueden ganar. En el caso de Aguascalientes, se depararon de Morena.

Son mercenarios, se van con el mejor postor, según su historia. A lo largo de tres décadas el Partido Verde ha tejido alianzas también con el PAN y al PRI. Luego, cuando vio que Morena tomó fuerza, se alió con éste como una estrategia para mantenerse en al mapa electoral.

En algunas regiones sí ha alcanzado el 10% de la votación y por eso es atractivo para los otros partidos políticos, aunque sus ideologías sean extremistas en muchas ocasiones, explicó Santillán.

“El PT es un partido chiquito, con corte de izquierda, pero muy peligroso y radical: tiene alianzas con gente de Corea del Norte, apoya a Cuba, Venezuela, Nicaragua e Irán, enemigos del principal socio económico de México.  Es peligroso, no se le ha prestado la debida atención”.

Además, tiene un solo líder desde su fundación hace 30 años: Alberto Anaya, a quien se le acusa de usar el partido para obtener entre  600 y 800 millones de pesos (entre 30 y 40 millones de dólares) para las guarderías (CENDIS) que opera en 14 estados del país, entre otros negocios.

A los partidos políticos se les permite en México mantener dirigentes durante muchos años, como si fueran una empresa, no una institución privada.

En el caso del PVEM, después de que su fundador Jorge González Torres se cansó de reelegirse pasó el bastón de mando a su hijo al que popularmente se le conoce como “El Niño Verde”, Jorge Emilio González Martínez, quien de ahí saltó al Senado.

Para atraer los reflectores, sus propuestas suelen ser escandalosas y polémicas.

El PVEM insiste en reinstalar la pena de muerte y el PT promovió recientemente un punto de acuerdo para investigar a diversos periódicos que han difundido noticias que han sido descalificadas en las conferencias mañaneras del presidente

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