SE VUELVEN A ARMAR AGUACATEROS EN MICHOACÁN.

  • Están hartos de que les cobren 2,500 dólares por hectárea sembrada.
  • Ante gobierno impotente 500 vigilantes ayudarán a las policías.

Las extorsiones de parte de narcotraficantes a agricultores de aguacates han llegado a tal grado que 500 vigilantes, de un grupo de autodefensas que se hace llamar Pueblos Unidos, se congregaron en el municipio de Nuevo Urecho en el estado de Michoacán para pedir ayuda a la Policía local.

Armados con fusiles AR-15, así como con una variedad de escopetas, señalaron que los cárteles del narcotráfico como el Cártel de Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) cobran a los agricultores “impuestos de guerra” de alrededor de 2 mil 500 dólares por hectárea, según la agencia AP.

Hartos de las extorsiones y los secuestros, agricultores y granjeros de la zona formaron el grupo en 2020, el cual, según ellos, está conformado por tres mil miembros.

“Varios fuimos víctimas de esta situación de secuestros, extorsiones”, comentó uno de los líderes del grupo, quien tenía el rostro cubierto y pidió que no se utilizara su nombre por temor a represalias de los grupos delictivos.

 

De momento, los vigilantes parecían dispuestos a responder a la promesa el Gobernador morenista Alfredo Ramírez Bedolla para desarmar a los grupos de autodefensas del estado.

“Llegamos a acuerdos con la presidenta municipal para que ella aumente el número de policías que vigilan la zona“, aseguró el dirigente.

“Las armas se guardan momentáneamente, pero cualquier situación estaremos alertas para apoyar a nuestra Policía”.

Pueblos Unidos ha realizado marchas en varios municipios de Michoacán durante el último año, pero siempre ha dicho que prefiere que las fuerzas de seguridad oficialmente constituidas hagan el trabajo de expulsar a las organizaciones criminales.

La ley mexicana prohíbe a la mayoría de los civiles poseer casi todas las armas de fuego, excepto los fusiles o escopetas de caza de muy bajo calibre.

Pero Michoacán tiene un historial de movimientos de milicias civiles armadas de “autodefensa” que surgieron en 2013 y 2014.

En ese entonces, los vigilantes lograron expulsar a los Caballeros Templarios, pero las organizaciones rivales como Los Viagras y el CJNG han ingresado al territorio. Los secuestros, asesinatos y tiroteos han provocado que miles de personas huyan de sus hogares.

El Gobierno federal ha enviado al Ejército al estado, pero sólo para que actúen como amortiguador entre los cárteles en guerra, que tratan de asegurar que ninguno invada el territorio de la otra organización.

Sin embargo, los soldados hacen poco o nada para combatir las actividades ilícitas de los cárteles que ocurren a unos cuantos metros de sus puestos de control.

Eso ha llevado a los residentes de Michoacán a volver a tomar las armas, afrontar las extorsiones descontroladas por parte de Los Viagras, del CJNG y de otras organizaciones.

En esta ocasión, el movimiento de autodefensas está operando principalmente en las regiones donde se cultivan aguacates que no fueron el epicentro de su levantamiento de 2013.

Scroll al inicio